«No luchamos contra Telefónica sino contra un símbolo empresarial de la precariedad laboral»

«El éxito de nuestra lucha contra Telefónica-Movistar ha sido creernos capaces de tumbar a una empresa que hace 20 años tenía 75.000 personas con salarios y condiciones dignas y hoy se calcula que en todo el Estado español son más de 100.000 personas en situación de subcontrata, de subcontrata de subcontrata y, antes de la huelga, de autónomos bajo esa subcontrata», explica Josu Balmaseda, integrante de la Marea Azul. «Esta era la realidad en Bizkaia de las 120 personas que no dejaron de luchar ninguno de los 74 días que estuvieron en huelga, que partieron como autónomos y hoy, después de esa huelga, de las movilizaciones, ninguno de ellos sigue siéndolo si no lo quiere así. A día de hoy, todos están en plantilla de una contrata directa de Telefónica-Moviestar», añade.

De esta huelga de las subcontratas de Telefónica-Movistar nace el Correscales (Escaleras, en catalán), un fondo común cooperativo para colectivos en huelga indefinida, un documental y una carrera de 800 kilómetros que arranca mañana en Bilbao y finaliza el lunes en Barcelona. Para Josu Balmaseda, de la Marea Azul, «Correscales demuestra que no estamos luchando contra una empresa sino contra un símbolo. Telefónica-Movistar es un símbolo de la decisión empresarial de precarizar el mercado laboral. Esta empresa tuvo hace 30 años en sus manos, se lo ofrecimos, la oportunidad de hacer un convenio del sector que impidiera la entrada de la precariedad, que marcara las condiciones mínimas en base al convenio propio de Telefónica-Moviestar y dijera a todo aquel que quisiera entrar, se llame Euskaltel, Orange, contrata o subcontrata, que tenía que cumplir las mismas condiciones laborales, favoreciendo así que no hubiera competencia desleal en el sector. Sin embargo, Telefónica-Movistar no quiso, y no por casualidad, no quiso porque ella también apostaba por la precarización en la que hoy estamos».

Para Aitzol Ruiz de Azua, trabajador Cotronic, una de las subcontratas de Telefónica-Movistar en Barcelona, e integrante del Comité de Huelga estatal, la lucha del Correscales continuará más allá del día 22 de febrero porque «no vamos a dar ya ningún paso más atrás. La esclavitud terminó hace años y tenemos la obligación de defender los derechos que tanto costó ganar a nuestros abuelos, no sólo por nosotros sino también por nuestros hijos».