El periscopio invertido, ENTREVISTAS

«Las mujeres de Chiapas reclamamos nuestro derecho a la propiedad de la tierra para recuperar su sentido social»

«A la mayoría de las mujeres que viven en los ejidos y en las comunidades, al limitarse su derecho al acceso a la tierra, no se les limita unicamente que ellas puedan tener la tierra a su nombre o un documento en el que se les reconozca como titulares, sino también su acceso a otros derechos, uno de ellos el de la participación en la toma de decisiones ya que sólo los titulares pueden acceder a estos espacios de toma de decisiones», señala la abogada Claudia Vázquez, coordinadora del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas. «Desde que se fundó el Centro, en 2003, una de las problemáticas que más nos ha llegado es la de la exclusión de las mujeres de la tierra. Hemos documentado más de 100 casos en los que las mujeres originarias de estos pueblos demandan el apoyo para poder recuperar las tierras. Muchas veces, aún cuando son titulares, no se les reconoce su derecho a la tenencia. Siempre está legitimado que tiene que ser un derecho unicamente para los hombres. Cuando nosotras reclamos nuestro derecho a la tierra, no lo reclamamos porque ahora seamos nosotras quienes queremos tener el poder y decidir si vendo o no vendo. Nuestro reclamo sí va ligado a la toma de decisión pero tiene que ver más con todo el sentido social que tenemos que recuperar de la propiedad, que es algo que se ha ido perdiendo con toda la privatización, con todos los procesos de certificación que han llegado a los ejidos y a las comunidades buscando que pensemos ahora más desde lo individual y que nos olvidemos de la colectividad que hemos construido desde los pueblos indígenas», sentencia la coordinadora del Centro de Derechos de la Mujer.

«Lo que para muchas y muchos podría ser una esperanza de cambio, podría generar grandes transformaciones, hablando por ejemplo de los derechos de nuestros pueblos indígenas y originarios, realmente no es», afirma la abogada Claudia Vázquez en relación a la investidura de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México el próximo 1 de diciembre. «La realidad nos está mostrando otra cara. La realidad nos está permitiendo ver que todas las promesas que se habían hecho, que iban enfocadas al reconocimiento de nuestros derechos humanos, han quedado unicamente en promesas. Y este nuevo gobierno viene con toda la mirada de un desarrollo económico ligado a las grandes multinacionales, a las empresas transnacionales, ligado a la extracción de todos nuestros recursos naturales. Ahora mismo, los legisladores del partido Morena tienen en sus manos el abrogar nuestra Ley Agraria, que tenemos vigente, y el implementar una nueva ley que es la Ley de Desarrollo Agrario. Y su mismo nombre indica que esta ley quiere quitar de vista la propiedad social y que empecemos a retomar toda esta propiedad privada permitiendo con ello que se pueda hacer, ya sin intermediación de la misma asamblea, toda esta enajenación, renta, ceder nuestros derechos a empresas privadas o personas y celebrar los contratos. Y esto es algo que hasta ahora se ha logrado resistir porque es la asamblea quien ha permeado o las propias mujeres que se han metido a la defensa. Pero esta nueva ley permite eso. Y con este nuevo gobierno esperamos que, lejos de tener esperanzas de cambio, va a haber una violencia muy fuerte, de una manera diferente, porque su estrategia cambiará, pero va a venir con todo a por la entrada de este nuevo desarrollo económico, hacia la apertura más fuerte de la entrada de las empresas transnacionales», vaticina la coordinadora del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas.

Este pasado 17 de noviembre se han cumplido 35 años de la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Para Claudia Vázquez, «la lucha zapatista nos da fortaleza y esperanza de que sí se puede construir un mundo diferente». Según la coordinadora del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, originaria del pueblo zoque de Ocozocoautla, los zapatistas «están haciendo un llamado a toda la población, ya no sólo a los pueblos indígenas, a que podamos organizarnos, sumarnos en esta lucha y resistencia que se esta teniendo. Yo creo que esa es una de las esperanzas que tenemos en Chiapas y una lucha en la que nos podemos articular las demás luchas que también estamos. De una manera diferente, no desde la autonomía como lo han hecho las comunidades zapatistas, pero sí hay mucha esperanza para desde ahí poder seguir adelante en este contexto en el que estamos viviendo. Ahora, con el nombramiento de los concejales indígenas de gobierno, que también están impulsando en sus comunidades el poder crear toda esta relación estrecha con la tierra, con la defensa del territorio, pero también buscando que en estos espacios haya un reconociemiento a los derechos de las mujeres, yo creo que eso es algo que viene a alimentar y sostener con más fuerza las luchas que se pueden dar ahí».

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