Hace diez años, cuando tenía 22, Mamadou Dia puso rumbo a su «El Dorado» europeo. Primero intentó conseguir un visado para buscarse un porvenir en Francia, pero se lo denegaron dos veces. Su única alternativa, tomar un cayuco, aunque la vida se le fuese en ello. Pasaría un tiempo en España y desde allí llegaría … Sigue leyendo