Hace casi cuatro meses, el 20 de octubre de 2018, la hija de Yolanda Iraeta Pitts, de 8 años, descubrió que padecía diabetes tipo I. Tras el ingreso hospitalario para su recuperación se incorporó progresivamente a su escuela pública de Vitoria-Gasteiz. Desde entonces, está viviendo una situación discriminatoria en la escuela por padecer esta enfermedad y no ha recibido una respuesta mínimamente favorable a sus reclamos por parte de los Departamentos de Educación y Salud del Gobierno Vasco.
Yolanda Iraeta Pitts ha expuesto su caso y demandas a varios departamentos del Gobierno Vasco, concretamente a la consejera y viceconsejera de Educación, al consejero y viceconsejero de Salud y al director de Osakidetza. También se ha dirigido al presidente del Consejo Asesor de la Diabetes, a la presidenta de Emakunde, al director de Atención a la Ciudadanía e Innovación y Mejora de la Administración del Gobierno Vasco y al propio Lehendakari. Sin embargo, no ha obtenido respuesta satisfactoria para garantizar el respeto a los derechos humanos básicos de su hija: el derecho a la no discriminación, el derecho a la salud, y el derecho a una buena educación.
En este artículo Yolanda Iraeta Pitts explica la situación de su hija y la discriminación que está sufriendo en el ámbito público.
El derecho a la no discriminación en la escuela pública vasca
El derecho a la no discriminación es uno de los principios fundamentales de la Convención de los Derechos de la Infancia. Además, viene recogido de forma amplia en la Ley de la Escuela Pública Vasca, que remite a los principios básicos de integración de la diversidad y de igualdad de oportunidades. Sin embargo, a día de hoy, este derecho está siendo vulnerado en el ámbito escolar en el caso de los niños y niñas con diabetes tipo I.
Es el caso de mi hija, que ha debutado con esta enfermedad autoinmune, grave y crónica hace casi cuatro meses. Ella necesita que le administren insulina antes de comer, y necesita que alguien en el comedor le pese y le organice la comida, y le supervise la ingesta. Ni el Departamento de Educación ni el de Salud están cubriendo estas necesidades. Es más, para que mi hija pueda acceder al servicio del comedor, voy yo a diario a administrarle la insulina, y a organizarle la comida en el comedor; si no lo hiciera, ella no podría ir al comedor de su escuela. Y esta es la realidad de muchas familias vascas con hijos e hijas con esta enfermedad, que ante este vacío institucional, buscamos soluciones varias, las más frecuentes cambiarles de escuela o sacarles del comedor. En muchas ocasiones tenemos que dejar de trabajar para ello.
¿Quién nos iba a decir que en nuestra sociedad, y en pleno siglo XXI se estuvieran vulnerando derechos humanos fundamentales de las niñas y niños con esta enfermedad en un espacio público tan significativo como lo es la escuela? Y es que, aunque nos cueste creer, estos niños y niñas se encuentran en un limbo, y dependen sólo de la colaboración voluntaria del personal en los centros escolares.
Soluciones existen, sólo que necesariamente requieren de voluntad política y coordinación entre los Departamentos de Educación y de Salud de Gobierno Vasco. La administración de la insulina y la organización del menú no exige personal con capacidades excepcionales, únicamente requiere que se asigne personal formado que asuma estas funciones. Tenemos el ejemplo de otros niños y niñas que disponen de menús individualizados acorde a sus necesidades, bien por padecer otras enfermedades, como la celiaquía o las alergias, o por razones religiosas y/o culturales. Otro caso son los niños y niñas con necesidades educativas especiales, que cuando así lo requieren, tienen un apoyo exclusivo en el servicio del comedor para alimentarles externamente y evitar atragantamientos. ¿Por qué en unos casos el Gobierno Vasco sí garantiza una atención basada en sus necesidades especiales, educativas o no, y a los niños y niñas con diabetes tipo I los deja indefensos? ¿Es que los principios de integración de la diversidad, igualdad y no discriminación de la ley de la Escuela Pública Vasca no aplican a los niños y niñas con diabetes tipo I?
Por otro lado, nos encontramos con una discriminación adicional, que es la territorial, y me explico: en Bizkaia personal de enfermería de los ambulatorios está desplazándose a las escuelas para dar cobertura a los niños y niñas con diabetes tipo I cuando no hay colaboración voluntaria en las mismas, pero en Álava o Gipuzkoa no, como es en el caso de mi hija. ¿Por qué en Bizkaia sí se hace y en el resto del territorio no?
Junto con la Asociación de Diabetes de Álava, he tenido la oportunidad de aportar soluciones a los Departamentos de Educación y de Salud de Gobierno Vasco, que no han sido tomadas en cuenta, y perpetuándose esta discriminación.
Las familias denunciamos esta situación y demandamos la modificación de la regulación actual existente, de forma que ésta no descanse en la colaboración voluntaria del personal de los centros educativos, sino que se base en el diseño de un protocolo de respuesta institucional que garantice un acceso normalizado a los comedores escolares de las niñas y niños con diabetes tipo I, en igualdad de condiciones que el resto del alumnado. Las familias demandamos políticas y estrategias por la igualdad y la no discriminación hacia las niñas y niños con diabetes tipo I.
Yolanda Iraeta Pitts
Yolanda Iraeta Pitts y su hija
Hola Yolanda te envío correo.
osmelrglez@gmail.com
Saludos
Osmel, pásame tu mail.
Saludos yolanda; es Osmel trabajamos juntos en Guatemal IXCAN,quisiera poder comunicarme contigo.
Enlace al programa de radio de la SER Vitoria, bastante completo, en que han hecho una labor interesante de contraste con las instituciones y las 3 asociaciones de diabetes del territorio:
https://play.cadenaser.com/audio/021RD010000000191085/
Me uno a la solucion tan sencilla como enfermería en los colegios. Quien dentro de sus funciones puede administrar medicamentos.
A su vez, entiendo la postura del personal de colegios, comedores que aún formándose no asuman responsabilidades de administración de medicamentos.
La solución se llama «Enfermería Escolar» y articula sistema sanitario y sistema educativo en favor de los niños y niñas y sus familias. “La enfermería escolar no es un lujo, es una necesidad”.
Está ya inventada, es una especialidad de la enfermería, una demanda del sector y funciona en otras comunidades autónomas desde hace años con varios modelos (Madrid, Murcia,…). El Gobierno Vasco y Osakidetza van perdiendo nivel y puestos en los ranking de salud en muchos aspectos, y este es uno.
Algunos enlaces:
https://www.enfermeriaendesarrollo.es/images/documentos/premios/corresponsables/IC_-_1405.pdf
https://www.aserhco.com/enfermeria-escolar-ventajas
http://www.amece.es/images/perfil.pdf
https://www.enfermeria21.com/etiquetas/enfermera-escolar/
https://www.enfermeria21.com/diario-dicen/murcia-presenta-su-proyecto-de-enfermeria-escolar-que-no-contempla-la-inclusion-de-los-profesionales-en-los-colegios-DDIMPORT-056798/
https://www.consejogeneralenfermeria.org/sala-de-prensa/noticias/item/6704-la-comunidad-de-madrid-implantará-la-figura-de-la-enfermera-escolar-para-alumnos-con-necesidades-especiales
http://diarioenfermero.es/el-cge-y-enfermeras-escolares-suman-fuerzas-para-su-implantacion-en-todos-los-colegios/
Mucho ánimo para esta familia.
Pienso que debería haber más coordinación entre instituciones para dar cabida a esta situación y voluntad política pará que Bizkaia, Araba y Guipuzkoa aborden los problemas de salud en centros escolares de la misma forma.
Así mismo, el personal educativo y de comedores escolares, debería tener unos conocimientos de primeros auxilios y poder abordar situaciones de salud que pudieran darse.
Un saludo.