«Cuando llegué a Bilbao era la primera vez que estaba en Europa y fue muy fuerte para mí entenderme culturalmente, que era sudamericana, lo que significaba serlo, todas las cuestiones que implicaba, el racismo, la xenofobia. Se me hizo muy importante de repente el tema de la decolonialidad, la descentralización, el eurocentrismo. Sobre todo, al menos, en mi práctica artística, que igual ya era bastante compleja. Y ahí voy, sigo, intentándolo, haciendo mis fueguitos», explica la artista visual, ilustradora, fanzinera, investigadora y gestora ecuatoriana Lola Duchamp (Guayaquil, 1988). «Es un proceso que creo que nunca acaba. Como también es difícil vivir un poco dividida, entre lo que dejas, lo que viene, hacer tu hogar aquí, pero al mismo tiempo no olvidar quién eres y qué significa eso. Incluso si eso te significa tal vez violencias. Pero es que no puedes olvidar muchas cosas. Pero bueno, es un proceso y estoy agradecida, de alguna manera, de que yo he tenido las posibilidades y las herramientas de leer y saber qué es lo que está pasando, no solo sentirme un poco como loca en el espacio. He podido leer muchos referentes que todavía resuenan y explican lo que pasa», añade Lola Duchamp.
Lola Duchamp pinta, ilustra y hace fanzines desde 2007 para su propia marca, «El hongo atómico». También imparte talleres sobre decolonialidad, cuidados, feminismos y fanzines. Y es organizadora, entre otras actividades culturales, de «Vómitos en Saturno», coloquios que se celebran en la librería Naubis, en Bilbao. «Muchas veces me toca trabajar imágenes, dibujar, sobre cuestiones de migraciones, de racismo, y me resulta un ejercicio grande hacerlas. Pero creo que está bien porque logró de alguna manera sintetizar en imágenes muchos sentires. El monstruo real da más miedo que el ficticio. Y ese tipo de asuntos, las migraciones, el racismo, sí que son monstruos más reales, no son una momia, una sirena o un vampiro. Son cosas del día a día», cuenta Lola Duchamp.
Lola es, además de artista con voz propia, un ser humano extraordinariamente valiente y consciente de su ser en mundo y tiempo.