«Día tras día florecen de la niebla, la lluvia fina, el frío y se meten al agua, se hacen agua, no necesitan que nada ni nadie las sostenga en su trozo de mar», desvela la poeta Inma Luna (Madrid, 1966) sobre esas mujeres viejas, sin miedo, que llegan con cada amanecer y balancean como medusas … Sigue leyendo