No siempre quien mejor habla de amor es quien mejor lo hace. Un ejemplo, de cuando eramos chiquitos: en la escuela, las mejores notas en Lengua, las redacciones más logradas, no siempre coincidían con los sobresalientes en Gimnasia. En nuestra Palomera, quien pecho abarca loc@ aprieta, el poeta Karmelo C. Iribarren se queda sin palabras para decir te quiero y que suene bien. ¡Así, sí!
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