«Siempre he escrito poesía de denuncia y crítica, puesto que como mujer, como «chica fea», siempre he tenido una postura al margen del sistema, pero a partir de la crisis es cuando empiezo a contactar con los movimientos de confluencias y es cuando empiezo a organizarme», explica la escritora y diseñadora gráfica Cristina Morano (Madrid, 1967). «Antes de la crisis mi poesía era de denuncia pero sobre todo de crítica personal, particular. Y ahora digamos que es más marxista, más comprometida con el grupo y con ciertas transversalidades», añade Morano.
Cristina Morano trabajó como diseñadora gráfica durante 14 años en la agencia Tropa. Su vida cambió tras quedarse sin empleo y convertirse en freelance. «Cualquier cosa que antes de la crisis era muy fácil, viajar, comprar o comer, ahora se convierte en un hecho insólito», explica la escritora madrileña. Parte de esas vivencias aparecen recogidas en su último libro, «Hazañas de los malos tiempos» (Editorial Newcastle). «En el fondo, donde está la palabra yo adivina no solo un yo sino un paisaje de muchos yoes que estamos igual. En ese sentido no voy a decir que es un relato colectivo, porque está escrito en primera persona, pero sí que es una primera persona quebrada que, evidéntemente, por esa quiebra se va a meter en muchos otros», explica Cristina Morano en relación a este diario convertido ahora en libro.
Cristina Morano ha participado esta semana en el II Congreso de Economía Social y Solidaria que se ha celebrado en Bilbao, organizado por REAS Euskadi, la Red de Economía Alternativa y Solidaria, junto con REAS Red de Redes y la Universidad del País Vasco. «Nos encontramos ante una de tantas crisis cíclicas del capitalismo que ha dado pie a ciertos poderes para deshacer deliberadamente el Estado de bienestar y deliberadamente volver a tiempos casi medievales», denuncia Morano. Crisis a la que debemos plantar cara. «En mi caso, aceptando que estás en una grieta, aceptando que no formas parte del sistema y abriendo esa grieta, permaneciendo en ella como hombre o mujer común, como ser común», cuenta la escritora y artivista. «Yo he aceptado que ya no tengo que preocuparme por mi sino que soy como otros muchos y muchas que vamos a estar siempre en el filo, en la grieta y en la herida. Y a partir de ahí, hay que tener serenidad para cada día salir a la calle y ganarte tu dinero y tu vida. Yo creo que la alegría y la resistencia vienen de reconocerte en los márgenes. Y yo me reconozco», desvela Morano.
Comentarios
Aún no hay comentarios.