«Las ciudades son libros que se leen con los pies», proclama el artista uruguayo Quintín Cabrera. Puestos a reconstruirlas, reinventarlas, el escritor Jordi Doce propone un revolucionario manual con el que «empezaremos las casas por el tejado», «cada nuevo mes las familias se mudarán a casa del vecino» o «al menos una vez por semana se mostrarán en los mercados cajas y escaparates vacíos».
Manual de instrucciones para reconstruir una ciudad
La lengua de la guerra ha dejado de servirnos. Sería conveniente que cada palabra dejarais de pronunciar ciertos sonidos. Aquellos, por ejemplo, para los que tengáis que enseñar los dientes.
Observad a los niños corriendo entre las ruinas. Allí por donde pisen se abrirán nuevas calles.
Los cimientos han mostrado su fragilidad. A partir de ahora empezaremos las casas por el tejado.
La gente ha dejado de estrecharse la mano. Para saludarse, utilizan las partes de su cuerpo que no han tenido contacto con las armas.
Cada nuevo mes las familias se mudarán a casa del vecino.
Las nubes dejarán de tomar forma alguna. La sombra de los bombardeos no está lejos.
Todas las estatuas serán derribadas. Tan sólo quedarán en pie algunos pedestales, rindiendo homenaje a los desaparecidos.
Al menos una vez por semana se mostrarán en los mercados cajas y escaparates vacíos.
Allí donde los perros desentierren huesos de entre las ruinas se plantarán nuevos árboles.
Al menos una vez por semana los niños alzarán cometas para purificar los cielos.
Jordi Doce
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