«Los Acuerdos de Paz de Guatemala supusieron el fin de la guerra pero las condiciones que generaron ese conflicto siguen latentes»

«¿Dónde se quedaron los Acuerdos de Paz? ¿Dónde está todo lo que decían que se iba a implementar?», pregunta Hugo Rolando Reyes Nájera, director del Colectivo Poder y Desarrollo Local, a punto de cumplirse dos décadas de su firma. «Se quedaron en muy buenas intenciones. Hoy, 20 años después, ¿en qué hemos prosperado? ¿Que ha cambiado? Cada vez hay más pobreza, desnutrición, injusticia, el crimen ondea por las cuatro esquinas de Guatemala… después de 20 años, si hacemos balance, no hemos avanzado mayor cosa», reconoce el activista guatemalteco. «Siempre tuvimos claro que con firmarse la paz no se estaba solucionando nada, se estaban asentando las bases para un trabajo que luego había que desarrollar, pasar esos acuerdos del papel a los hechos reales. Los Acuerdos de Paz eran un punto de partida, no de llegada, no eran el fin. Llegó a ser el fin de la guerra, el silencio de los fusiles, pero las condiciones que generaron ese conflicto armado siguen latentes en la actualidad. Todo lo que se firmó en los Acuerdos de Paz no se ha cumplido, siguen siendo expectativas, buenas intenciones, pero ha faltado voluntad política para la implementación de esos acuerdos», sentencia Rolando Reyes Nájera.

«A través de la firma de la paz no se han logrado aún muchas cosas pero se está viendo, paso a paso, como ha cambiado la participación de la mujer, que anteriormente no se daba», explica Vitalina Díaz Cuj, de la Asociación de Mujeres Luqueñas para el Desarrollo Integral. «Se ha logrado la formación de las mujeres en las comunidades rurales. Y eso sí se ha dado gracias a la firma de los acuerdos, que vino a cambiar una necesidad en la vida de las mujeres, parte de nuestra sociedad como mujeres», añade Díaz Cuj.

Por su parte, su compañera Alba Isabel Robles Tzep, de la Asociación de Servicios de Capacitación Técnica y Educativa, destaca que «después de la firma de la paz se llega a la comunidad para empezar el trabajo de fortalecer a las mujeres, sobre todo en cuanto a participación, que las mujeres conozcan de sus derechos, que son titulares de derechos y que las autoridades son titulares de obligaciones. Es un proceso, no se logra de la noche a la mañana, en uno, dos o tres años. Y, además, en el momento de empoderarse y que las mujeres digan, conozcan, también somos el blanco de la delincuencia y de las muertes. En Guatemala no pasa un día sin que una mujer sea desmembrada, apuñalada, muerta…Y es que existe el machismo de no dejar que las mujeres sean reconocidas en su derecho y que también tengan la igualdad de participación y de poder». Para Robles Tzep, «desde los Acuerdos de Paz se ha avanzado, tal vez no mucho pero se ha logrado algo. Prueba de ello es la participación de las mujeres. Quizás no aún al 100% pero ahí vamos».

Vitalina Díaz Cuj, Alba Isabel Robles Tzep y Hugo Rolando Reyes Nájera han visitado Euskadi invitados por la ONG Solidaridad Internacional en un intercambio de experiencias promovido desde el programa «Modelo municipal de desarrollo integral sustentado en derechos humanos».