«Los microcréditos son una buena herramienta de desarrollo porque los utilizan las personas que realmente los necesitan»

«Los microcréditos han crecido tanto que hay buenas y malas prácticas. Al final, las finanzas, como el dinero, no son más que un medio para conseguir unas cosas y al igual que hemos visto como nuestro sistema financiero se ha distorsionado y ha creado burbujas que después han explotado, en el mundo de las microfinanzas ha pasado eso también en algunos lugares», reconoce Jorge Berezo, presidente de Oikocredit Euskadi, asociación de apoyo a la cooperativa de crédito Oikocredit Internacional que contribuye a difundir el modelo de las microfinanzas, la banca ética y la inversión responsable a través de la sensibilización social. «Los microcréditos, como responden a una necesidad humana muy natural y entendible, han tenido mucha demanda y si las personas en pobreza han utilizado esa herramienta no es porque están engañados sino porque la necesitan y les ha venido bien. Yo creo que el mejor argumento para decir que los microcréditos en general han sido una buena herramienta de desarrollo es que se han utilizado y se utilizan mucho por las personas que realmente los necesitan», añade el responsable de Oikocredit Euskadi.

Oikocredit, fundada en 1975 en Países Bajos, es una organización que proporciona crédito para el desarrollo, dando financiación a proyectos que ayuden a la reducción de la pobreza en los países del Sur. Oikocredit es uno de los mayores financiadores privados de microfinanzas y en estos momentos tiene 970 millones de euros en créditos concedidos. «Buscamos siempre controlar muy bien cuál es el impacto social que se consigue y por eso ayudamos a que las microfinancieras evaluen, por ejemplo, cuál es el estado de desarrollo de la familia que recibe el microcrédito en el momento de tenerlo, uno o dos años después y también cuando termina de pagarlo», cuenta Jorge Berezo, presidente de Oikocredit Euskadi. «Somos uno de los principales impulsores de una iniciativa que se llama MicroFinance Transparency y que promueve ser muy transparentes con la tasa de interés que estás cobrando a los beneficiarios finales y no aprovecharte de la falta de educación de muchos de los clientes para incrementar esa tasa con comisiones varias. Además, vamos controlando, monitorizando, a las microfinanciadoras. Y, obviamente, a una microfinanciadora que cobre un interés abusivo no la vamos a financiar», resalta Berezo sobre la manera de trabaja de Oikocredit.

Respecto a los resultados de los microcréditos sobre la reducción de la pobreza, el presidente de Oikocredit Euskadi, Jorge Berezo, reconoce que «no hay conclusiones firmes, científicos, sobre el impacto de los microcréditos en lo que tiene que ver con la pobreza. Donde sí hay conclusiones es en el impacto del microahorro porque estas microfinancieras lo que han hecho es no sólo dar microcréditos sino también ofrecer a las personas que ahorren. Y eso, el microahorro, parece que sí está ayudando mucho a que las personas sean menos vulnerables porque ahorran en un sitio más seguro y luego pueden acudir a ese ahorro en tiempos de dificultad. Mi experiencia personal es que cuando he visitado en el terreno muchas microfinanciadoras se ve el efecto real en muchas familias. Y se ve también que hay otras familias donde no ha conseguido cambiar mucho sus ingresos y bienestar. Pero si es verdad que repiten en el microcrédito porque son menos vulnerables de esa manera», añade Berezo.

En lo que tiene que ver con el sistema financiero global, para Jorge Berezo, «la banca tradicional, que al final sigue siendo el 99%, es parte del problema y de la solución. A mi me gusta siempre romper una lanza en favor de las finanzas porque son la savia del desarrollo económico y bien utilizadas pueden servir para que ese desarrollo traiga también mayores dosis de justicia. Sin embargo, lo que hemos experimentado, con mucho dolor, desde 2007 hasta hoy, es que una banca desequilibrada, que no valora bien los riesgos, cuya motivación es la rentabilidad a corto plazo, lo que hace es precisamente distorsionar su valor social y crear un desarrollo que genera burbujas inmobiliarias, desahucios, usura y mucho dolor».