«Denunciamos que los abusos policiales, además de brutales y agresivos, físicos y sicológicos, son actos racistas. Y lo entendemos así porque las paradas por el perfil étnico o racial, las identificaciones, las agresiones, suceden a cuerpos racializados y migrantes», denuncia Karen Brunel, de SOS Racismo Bizkaia. «La institución policial o los agentes de la policía, tanto municipal como autonómica, reconocen a un tipo de cuerpo como delito. Y eso es totalmente ilegal. No se puede parar a una persona, ni hacer una identificación, por su origen. Se puede hacer por sus actos. Pero lo que en realidad se está haciendo es reconocer a una persona como delito solo por ser negra, tener un origen o una religión distinta, y no por lo que ha hecho. Sin tener ninguna sospecha fundada. Y eso es completamente ilegal e injusto. Y queremos que se visibilice, condene e investigue», añade la integrante de SOS Racismo. Por su parte, Ibrahima Bah, compañero suyo en esta misma organización, señala que «no estamos hablando de una cosa nueva. El abuso policial pasa en todo el mundo, no es solo en el País Vasco o en España. Pero es una cosa que los políticos no tienen en cuenta. Y para denunciarlo, para que cambien las cosas, es por lo que hemos hecho este manifiesto y lo hemos presentado el lunes en el Parlamento Vasco.
Más de un centenar de organizaciones sociales, culturales, sindicales y religiosas han lanzado una campaña contra los desmanes policiales y han suscrito el manifiesto «El abuso policial es racismo institucional» con el objetivo de visibilizar esta realidad y promover un modelo policial basado en el respeto y el cuidado de los derechos humanos y el reconocimiento de la diversidad. Este lunes han comparecido para presentarlo ante la Comisión de instituciones, gobernanza pública y seguridad del Parlamento Vasco.
El 29 de marzo de 2020, en pleno confinamiento, tuvo lugar una brutal agresión por parte de agentes de la Ertzaintza a un joven racializado y a su madre en el barrio de San Francisco, en Bilbao. Nació entonces la Comisión 29M para denunciar esta agresión y acompañar a las victimas. Esta misma Comisión es la que ahora impulsa el manifiesto contra los abusos policiales. «No son casos aislados, son actuaciones cotidianas, generalizadas. Es un problema endémico y lo que queremos es que se reconozca, se visibilice y se condene», remarca Karen Brunel, de SOS Racismo Bizkaia.
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