«Dentro del sistema de salud mental todo se retroalimenta para decirte que tú no sabes lo que te pasa y los otros sí»

«La psiquiatría es una ciencia o pseudociencia, hay quien dice que hasta una tecnología porque busca crear sujetos productivos, que no ha encontrado aún ningún marcador biológico que te diga quién está cuerdo, quién está loco, qué es estar loco. Históricamente, la psiquiatría se ha utilizado para deshabilitar a la gente que se sale un poco de la norma y todo el mundo puede pasar por ahí», señala Hug Roger Figuera Birbe, activista superviviente de la psiquiatría y traductor, junto a Elisenda Tuneu y Tarrés, del libro «Por nuestra cuenta. Alternativas autogestionadas frente al sistema de salud mental». Este ensayo, publicado por la editorial Katakrak, es la autobiografía de la activista, pensadora y divulgadora feminista Judi Chamberlin (1946-2010), una superviviente psiquiátrica a los ingresos voluntarios, la medicación forzosa y las celdas de aislamiento sensorial. En su libro, escrito a finales de la década de los 70, Chamberlin impugna y desenmascara los modelos sanitarios cuyas retóricas emancipadoras se combinan con esquemas de funcionamiento jerárquicos y paternalistas.

«El término supervivientes engloba a las personas que nos sentimos que hemos sobrevivido a los procesos de psiquiatrización y también a las personas que han sobrevivido a las problemáticas psiquiátricas», cuenta Hug Roger Figuera Birbe, que se reconoce como activista superviviente de la psiquiatría. Y, respecto a que las personas con diagnósticos psiquiátricos son incapaces de conocer sus necesidades, una de las ideas que rebate el libro de Judi Chamberlin, Hug Roger afirma que «aquí puedo hablar desde mi propia experiencia, porque he pasado por casi todo el panorama de servicios que hay relacionados con la salud mental. Y una de las principales cosas que he visto es que todo el mundo sabe qué es lo mejor para ti, menos tú. Te diagnostican un trastorno en el cual no asumir que tienes ese trastorno es ya síntoma del trastorno, te dicen que si no tomas la medicina estás peor, y si estás contento es un síntoma y si no estás contento es otro síntoma. Cuando entras dentro del sistema de salud mental todo se retroalimenta para decirte que tú no sabes lo que te pasa y los otros sí, pierdes toda la facultad de elección».