«Somos conscientes de lo que hay en el mercado respecto a las tarifas, los precios, e intentamos equipararnos, pero esa no es nuestra función. Es decir, lo que hacemos es una evaluación de costes, de lo que nos cuesta a nosotros dar ese servicio, y ajustamos lo máximo posible, teniendo en cuenta que somos una cooperativa sin ánimo de lucro, que nadie se va a lucrar, generar unos beneficios que luego se repartan entre las personas socias. Aquí los beneficios se van a reinvertir otra vez en mejorar la calidad de los servicios o en otro tipo de proyectos comunitarios de Euskal Herria. Actualmente no todo el mundo puede pagar este tipo de servicios, somos conscientes, y por eso intentamos ajustar nuestras tarifas al máximo», explica Urtzi Ugalde, coordinador del nodo Bilbao-Bizkaia de Izarkom, operador cooperativo de telecomunicaciones. Izarkom surgió hace poco más de seis años y cuenta a día de hoy con más de 3.500 socias, de ellas más de 300 son asociaciones, empresas y ayuntamientos. Izarkom ofrece acceso a servicios de telefonía e internet con condiciones técnicas de calidad y su finalidad es alcanzar la soberanía sobre las infraestructuras y servicios de telecomunicaciones en Euskal Herria.
«Esta en nuestro ADN intentar cambiar las cosas, intentar hacerlo lo mejor posible para que las conexiones, la telefonía móvil, sean lo más democráticas, accesibles y neutrales y posibles. Ese es nuestro objetivo. A veces, parece muy grande para lo que podemos hacer pero desde la humildad vamos a seguir trabajando poco a poco para lograrlo», explica Urtzi Ugalde, de Izarkom. «Como en cualquier otro sector, si haces el árbol genealógico ves que todo acaba en poquitas manos. Puede haber alrededor de tres o cuatro compañías grandes que han ido interviniendo el mercado y comprando más operadoras. Y, aunque parezca lo contrario, aunque nos bombardeen por televisión con otra cosa, por ejemplo, con su sede jurídica en Euskal Herria solo estamos Izarkom y alguna otra operadora chiquitina más. Por supuesto, no las que aparecen todo el rato en la tele, que van de vascos y vascas, con txalaparta, boina y demás. Hay que quitarles un poco la careta o el disfraz a muchas compañías e indagar, entrar en cada cuadrilla, en cada casa, reflexionar sobre adónde va el dinero de los servicios que tenemos contratados, igual que hacemos con la energía o la soberanía alimentaria. El de las telecomunicaciones es un sector en el que quizás da un poco más de pereza y hay quizás más desconocimiento pero tenemos que ir desconectando nuestras vidas de esas compañías y generando alternativas», añade el coordinador del nodo Bilbao-Bizkaia en relación al oligopolio de los operadores de telecomunicaciones transnacionales.
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