En vísperas de una nueva jornada internacional por el Comercio Justo, reparamos por un instante en la ropa que vestimos, consumimos, con esta sorprendente historia de la escritora chilena Pía Barros. Si alguna vez compras prendas de segunda mano, ten mucho cuidado con aquellas que tengan un orificio justo en el corazón.
ROPA USADA
Un hombre entra a la tienda. La chaqueta de cuero, gastada, sucia, atrapa su mirada de inmediato. La dependienta musita un precio ridículo, como si quisiera regalársela. Sólo porque tiene un orificio justo en el corazón. Sólo porque tras el cuero, el chiporro blanco tiene una mancha rojiza que ningún detergente ha podido sacer. El hombre sale feliz a la calle.
A pocos pasos, unos enmascarados disparan desde un callejón. Una bala hace un giro de ciento ochenta grados de su destino original. Se diría que la bala tiene memoria. Se desvía y avanza, gozosa, hasta la chaqueta. Ingresa, conocedora, en el orificio. El hombre congela la sonrisa ante el impacto.
La dependienta corre a desvestirlo y a colgar nuevamente la chaqueta en el perchero.
Lima sus uñas distraída, aguardando.
Pía Barros
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