ENTREVISTAS

«Somos muy fecundos a la hora de postular caídas pero muy avaros a la hora de generar inicios»

«El Sistema es una novela de reflexiones sobre qué sucede cuando estás de un lado de la línea, te mueves en un mundo con una ideología determinada, y ese mundo te enseña a ver a los que quedan al otro lado de esa línea con una óptica determinada», explica el escritor Ricardo Menéndez Salmón (Gijón 1971). «Pero la línea no podemos pensar que es férrea, que no se va a mover nunca. Y lo que puede suceder es que los que hoy pensamos que estamos del lado de la raya de inclusión, de privilegio, de sentirse propios, a lo mejor el día de mañana nos convertimos en esos bárbaros que hoy vemos o pensamos que nos van a invadir o atacar, que parece que casi pertenecen a otra especie humana».

«El Sistema», la última novela de Ricardo Menéndez Salmón, ha recibido el Premio Biblioteca Breve 2016. En ella, el escritor asturiano reinvindica el valor del arte como horizonte desde el que construir algo nuevo. «Todas las formas de pensamiento que pasan por la palabra cada vez quedan más arrinconadas por otro tipo de pensamiento que supuestamente es más práctico, más tangible, se encarna en proyectos o procesos que se pueden tocar con las manos», apunta Menéndez Salmón. «Pero me parece dramático el abandono de todo ese patrimonio intangible que tiene la palabra detrás. Y creo que la literatura, la filosofía, el teatro, la poesía…han jugado siempre un papel fundamental en la construcción de la cultura, sobre todo porque son discursos que se han asomado a partes hostiles de la realidad y del ser humano y en este sentido renunciar a ellos nos conduce por una senda peligrosa.Todo esto queda bastante evidente cuando, viviendo este mundo que nos toca vivir ahora, cada vez que hay una combustión en él parece que los poderes piden un rearme de la sociedad, pero nunca desde la cultura, sino desde otras instancias, y eso a mi me produce bastante escalofrío». En este sentido, el escritor recuerda que «desde la literatura como una gran mecanismo de inquisición», «desde la escritura, todavía se puede arrojar luz sobre los problemas que nos competen».

Respecto al mundo que nos ha tocado vivir, Ricardo Menéndez Salmón reclama «un modelo de vida menos urgente, un modelo donde se puedan recuperar valores hoy poco ponderados como el valor del tiempo para gastarlo como a uno le de la gana, el tiempo aparéntemente perdido pero que al final es el tiempo mejor invertido, el tiempo no de ocio sino de refugio, el tiempo que se comparte, por ejemplo, para cultivar los afectos». Y añade que «yo peleo en mi vida cotidiana por la conquista de la lentitud, del poder vivir sin relojes, sin precipitación, poder disfrutar de un tiempo lento».

ricardo menendez salmon

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