«No podéis añadir oscuridad al mundo», proclama Josep Lluís Aguiló (Mallorca, 1967), «hay poca claridad en estos días: las calles son oscuras y en los campos no hay luna». Por eso, el poeta invita a prenderlo todo de luces. «No desconectéis las linternas de mano, ni apaguéis, al llegar, los faros de los coches» y «llevad siempre fuego en los bolsillos».
La luz
Si os marcháis a dormir no dejéis apagado;
dejad puesta una luz en la ventana.
Hay poca claridad en estos días:
las calles son oscuras y en los campos no hay luna.
Mantened encendidas las velas por la noche,
cuidad que no se apaguen. Buscad leña;
usad los esqueletos de los árboles,
que no se apague nunca el fuego del hogar.
No, no desconectéis las linternas de mano
ni apaguéis, al llegar, los faros de los coches.
Nunca apaguéis las velas, sobre todo,
no podéis añadir oscuridad al mundo.
Y llevad siempre fuego en los bolsillos
para que al apagarse nuestros días
cuando la noche ejerza su dominio
el desamparo no nos halle,
la oscuridad nos pierda y el frío nos congele.
Tengamos encendidas nuestras luces
y así seremos faros en la noche
y, al llegar el momento decisivo,
la luz de nuestra casa
será el fuego que muestre el último refugio.
Josep Lluís Aguiló, de «Banderas en el mar» (Editorial Visor, 2017).
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