«Las ONGD somos parte de la sociedad y también dentro de nuestros equipos se dan situaciones de acoso sexual»

«Había la falsa creencia de que a nosotras no nos pasaba, de que somos organizaciones de cooperación al desarrollo, que nos ocupamos de los derechos humanos en todo el mundo, y no teníamos ese tipo de comportamientos. Lo que ocurre es que esto no es cierto porque al final las ONG somos parte de la sociedad como cualquier otra institución y también dentro de nuestros equipos ocurren este tipo de situaciones», explica Sofía Marroquín, presidenta de la Coordinadora de ONG de desarrollo de Euskadi. «La prueba está en que en el año 2018 saltaron a los medios de comunicación unos hechos absolutamente condenables de prácticas de este tipo en un organización, precisamente a la que pertenezco, Oxfam, y esto supuso también un punto de inflexión en cuanto a nuestra reflexión sobre este tema. Sin lugar a dudas fuimos mucho más conscientes de que esto ocurre y ocurre muchas veces», añade Marroquín. La Coordinadora de ONGD de Euskadi se creó en 1988 y está conformada por 79 organizaciones no gubernamentales de desarrollo vascas que trabajan en cooperación internacional y en educación para la transformación social. En octubre ha aprobado un «Protocolo de prevención y actuación en situaciones de acoso sexual, por razón de sexo y orientación sexual».

«Combatir el acoso sexual en las ONGD es igual de complicado que en el resto de la sociedad porque muchas veces las víctimas no son conscientes de que lo que están sufriendo es una situación de acoso o de abuso sexual en el trabajo o en el ámbito de las relaciones con otras personas. Y es también muy complicado porque aunque a veces somos conscientes de los mecanismos que tenemos para denunciar no siempre están a nuestro alcance o confiamos en ellos. Y a veces también las soluciones que se plantean perjudican a la propia víctima porque la solución es que abandone el centro de trabajo, se coja una baja o simplemente desaparezca. Nos enfrentamos a todo esto, tanto en el ámbito de las ONG como en la sociedad en su conjunto. Por la tanto, creemos que nosotras, como parte de esta sociedad civil organizada, necesitábamos dar un paso adelante y por lo menos saber qué es lo que está pasando y cómo podemos combatirlo teniendo en cuenta la especificidad de nuestro sector», cuenta Sofía Marroquín, presidenta de la Coordinadora de ONGD de Euskadi sobre el proceso de elaboración y aprobación, por unanimidad, de su protocolo contra el acoso sexual. «Al principio igual sí parecía que el protocolo no fuera necesario porque había organizaciones que ya tenían su propio protocolo y consideraban que no hacía falta poner en marcha otro por parte de la Coordinadora. Y, además, había también algunas voces que decían que a sus organizaciones no les pasaba, que eso sucedía en las grandes, en otros países, que ellas eran pocas personas, lo tenían controlado… Sin embargo, todo este proceso nos ha servido para hacer una reflexión interna y ser mucho más conscientes de que eso es lo primero que tenemos que hacer, ser conscientes de que esos comportamientos existen, que normalmente son de los hombres hacia las mujeres, aunque no solamente, y que, en definitiva, hay que hacer algo al respecto. En este sentido, creo que el proceso de reflexión y de aprobación del protocolo nos ha servido para tomar conciencia y estar mucho más preparadas ante lo que pueda venir».

Por último, y al hilo de su nuevo protocolo, la presidenta de la Coordinadora de ONGD de Euskadi, Sofía Marroquín, anima «a todas y todos a denunciar aquellas situaciones que nos hacen sentir mal y a no tener dudas porque cuando una situación no te gusta, te mosquea, cuando crees que algo no está fluyendo bien, normalmente es porque esa situación no es la adecuada». En su opinión, «tenemos que ser conscientes de que esto puede pasar y estar atentas y apoyarnos unas a otras. Y si vemos que una compañera o un compañero lo está pasando mal en este sentido poder también dar el paso».