«Están haciendo mal muchas cosas. Pero, por resumirlo, para empezar, no están cumpliendo lo que marca la ONU como derecho humano al agua, que no es solo la obligación de no cortarle nunca el agua a ninguna persona porque no pueda pagar la factura, sino que también es que se lleve una gestión transparente y con rendición de cuentas», explica el periodista Ricardo Gamaza (Sevilla, 1971), director del documental «Monopolia. Agua: negocio y poder político», que se ha estrenado este martes en Bilbao. «Y hemos encontrado también, por ejemplo, que el afán de hacer negocio llevó en su momento al Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia a desembarcar en Uruguay con la única intención de privatizar su agua. Y no es que se fueran de allí, sino que los echaron. Además, también hay que hablar de cómo se están utilizando las instituciones, tanto la Diputación de Bizkaia como la empresa pública de aguas o el Gobierno Vasco, para presionar a los ayuntamientos que no quieren estar en ese Consorcio, cortándoles el grifo económico para obligarles a que pasen por el aro. Claramente, se están saltando una competencia que la normativa marca que es municipal, según la cual son los ayuntamientos quienes tienen la capacidad de decidir dónde y cómo quieren gestionar el agua de su ciudadanía», añade Ricardo Gamaza.
El documental «Monopolia. Agua: negocio y poder político» ha sido realizado por la productora Ecoperiodismo y denuncia la trama organizada por las instituciones públicas y las empresas multinacionales para controlar el agua en Bizkaia. «Sistemáticamente, el Consorcio de aguas Bilbao-Bizkaia ha incumplido lo que marca Naciones Unidas como derecho humano al agua con el único objetivo de hacer negocio y, sobre todo, de que hagan negocio sus socios, que son las multinacionales y grandes empresas», reconoce Ricardo Gamaza, director del documental.
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