«El periodismo comunitario es el espacio en el que he sentido la capacidad de ser más autónoma, conocer mejor mis fuentes, las dimensiones en las que puedo moverme. Soy también mucho más creativa y he ido ganando más confianza en lo que hago, con el paso de los años es más natural. El periodismo comunitario en Guatemala, y seguramente en otros países centroamericanos, surge como una alternativa a los grandes medios de comunicación corporativos, que están financiados y se deben a los grandes empresarios. Y ya sabemos que muchos empresarios han estado coludidos en asuntos de corrupción y tienen relaciones y vínculos que puede considerarse que ponen en riesgo la independencia para hablar de temas como el narcotráfico, la impunidad o la corrupción», explica la periodista guatemalteca Paolina Albani (Ciudad de Guatemala, 1989), integrante del equipo de investigación de Prensa Comunitaria, medio de comunicación alternativo de Guatemala. «A mi entender, con lo que yo he vivido en Prensa Comunitaria, el periodismo comunitario es mucho más independiente, aunque también mucho más riesgoso al no tener el respaldo de ninguna gran corporación. Eso hace que a la hora de salir a la calle puedes encontrarte cierta violencia en la gente que se resiste a hablar de ciertos temas. Y esa falta de respaldo ha sido y es muy peligrosa, en particular para varios colegas que, desde territorios indígenas sobre todo, siguen soportando situaciones de vulneración de los derechos humanos», añade la periodista.
«El periodismo mayoritario desde los medios tradicionales corporativos tiene otra línea de pensamiento, otras éticas, que aunque el periodista pueda no estar de acuerdo con ciertos procederes, finalmente pueden tener mucho que ver con la manera en que ejecutan su trabajo. Toma su tiempo hacer periodismo de calle y lidiar con los diferentes editores, darte cuenta de que en realidad cada quien necesita tener su propio parámetro de ética, de cómo manejar la información, de la manera de proceder honestamente en el periodismo, de cómo decir que entendemos las cosas, por qué las entendemos de esa manera, pero también de poder decir que no hemos terminado de comprender, que aún tenemos dudas. Y es normal dentro del periodismo que queden dudas porque cuando se buscan tantas respuestas siempre se generan más y más dudas. Decirle a la gente que seguimos teniendo dudas es una manera honesta de decirles que lo que hemos escrito no se quedó en ese reportaje y murió, que el tema sigue y ahí más por descubrir», cuenta la periodista Paolina Albani sobre su trabajo. En esta entrevista en Mar de Fueguitos, hablamos con ella de sus reportajes de investigación sobre la transnacional ruso-suiza Solway Investment Group, una de las empresas mineras más grandes de Guatemala. Agrupados bajo el título de «Secretos mineros», y a punto de publicar una tercera entrega, en estos reportajes desvela los daños ambientales y prácticas criminales que esta empresa está llevando a cabo en El Estor, comunidad indígena q’eqchí del Caribe guatemalteco. Además, Paolina Albani también reflexiona sobre la situación política de su país, en el que el próximo 25 de junio se celebrarán elecciones presidenciales.
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