Por razones todavía desconocidas, el joven J. F. entró el viernes en su casa y cometió un inesperado y atroz acto de violencia: apagó la televisión. Según el código penal de Hergesia, desenchufar, apagar o bajar el volumen de la televisión es un delito equiparable al de homicidio voluntario. En nuestro «Informarrico», os ofrecemos todos los detalles de esta sorprendente historia, incluida por el filósofo Santiago Alba Rico en su libro «Noticias», un teledario de otro mundo posible.
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