«Nuestro obejtivo es impulsar un tejido económico en el que nos demos mútuamente y no tengamos que depender de la producción de mercancía», señala Gorka Menéndez, integrante de Conservas Maskilu. Una idea que remarca su compañera Izaskun Urbareta para quien Maskilu «está pensada más como una herramienta que como un negocio» y en este sentido «la idea es que si algún día tenemos beneficios se reinviertan en proyectos colectivos y cooperativos de la zona». Conservas Maskilu se inaugura este sábado en la localidad vizcaína de Zeberio y está formada por 15 personas, pequeños productores del campo, microbaserritarras, que apuestan por la agroecología y la soberanía alimentaria. La conservera colectiva Maskilu nace como asociación con la idea de convertirse pronto en cooperativa y sus conservas (frutas, verduras y setas de temporada) dispondrán de registro sanitario y sello ecológico.
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