«Decían que iban a darles alimentos o a hacerles un control de salud, las encerraban y esterilizaban»

«La esterilización forzada iba dirigida específicamente a las mujeres andinas, campesinas e indígenas, en su mayoría analfabetas, quechuahablantes y aymaras», denuncia la defensora de derechos humanos Obdulia Guevara Neyra, integrante de la Asociación de Mujeres de la Provincia de Huancabamba y del sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar en la Región Lima. Más de 300.000 mujeres fueron esterilizadas de manera masiva y sistemática en todo Perú alrededor de los años 1996-2000, durante el mandato del presidente Alberto Fujimori. «Les decían que iban a darles alimentos o a hacerles un control de salud pero luego las encerraban en el consultorio y las esterilizaban a la fuerza», explica Obdulia.

El Comité de Derechos Humanos de las Mujeres Esterilizadas de manera forzada en Huancabamba exige al gobierno de Perú que reconozca como crímenes de lesa humanidad las esterilizaciones forzadas de las mujeres indígenas. «Pedimos que haya verdad, justicia y reparación para esas mujeres y que sean incluídas también en un registro único para que tengan una atención médica específica», detalla Obdulia Guevara Neyra. Asímismo, aboga por al creación de una Comisión de la Verdad que estudie todas las denuncias. En mayo de este año la Fiscalía Superior Nacional decidió reabrir el caso. Es la quinta vez que sucede. Para la activista peruana, «el expresidente Fujimori y sus ministros deben ser los primeros condenados, y no los médicos. Fujimori ha dirigido las esterilizaciones y sabe porqué se han hecho». Por otro lado, «los médicos afirman que recibían órdenes del Gobierno que les exigía una cuota mensual de esterilizaciones y en el caso de negarse buscaban a otras personas que no eran especialistas y las preparaban para hacer este tipo de operaciones», añade la activista peruana.

Obdulia Guevara Neyra vive desde agosto en Bilbao con el apoyo del Programa vasco de protección temporal para defensoras y defensores de derechos humanos, iniciativa que gestiona la organización CEAR Euskadi. Obdulia ha tenido que abandonar su país por las amenazas que ha recibido por impulsar y defender la demanda de las mujeres esterilizadas a la fuerza en Perú.