ENTREVISTAS

«La guerra de Ucrania es un episodio más de la barbarie en una historia de violencia e infamia»

«El propósito de mi literatura, de toda la literatura, diría, es tratar de deshacer el simulacro en el que vivimos, en el que se ha convertido todo. Si se vive humanamente, si se vive mirando cara a cara a la vida, a la realidad, muchas veces es doloroso. Por eso digo que la lucidez es una visita guiada al infierno, al que todos tenemos en algún momento determinado de nuestra vida. Ese infierno, personal, complejo, que luego tratamos de compensar con la alegría, con ciertas ráfagas de felicidad. Pero mirar cara a cara la realidad, dura, cruda, a veces supone un infierno», reconoce el escritor y ensayista Ramón Andrés (Pamplona, 1955), recién publicado «Caminos de intemperie», su nueva colección de aforismos y pensamientos en prosa.

«La guerra de Ucrania no hay que olvidar que es un episodio más de la barbarie. De hecho, la historia es una historia de la violencia, de la infamia, como diría Borges. Ahora esta guerra nos toca de cerca por tratarse de un país europeo pero siempre estamos enlazando guerras en el mundo. No hace tanto estalló la devastadora de Siria, está Yemen… Una agitación constante. Somos ésto, somos violencia, sinrazón. Y eso tendría que hacernos reflexionar pero no lo consigue. Venimos de una escalada de la violencia que es la memoria y no le ponemos coto. Así que este de Ucrania es un episodio más, por supuesto que doloroso», explica Ramón Andrés. Varios de sus últimos aforismos reflexionan sobre las guerras y, «quizas de manera premonitoria», también se alude en uno de ellos a Ucrania, pese a que su libro ya estaba en la imprenta cuando comenzó el conflicto. «Curiosamente la paz nos entrega a un estado de solipsismo, también de narcisismo, sobre todo en estos tiempos. Y al prójimo, por mucho que hablamos de solidaridad, lo ignoramos. A mí, me gusta más la palabra ayuda que solidaridad. Y es que solidaridad es cómodo, digamos. La ayuda es ya algo directo, implícito en un gesto. Ignoramos al prójimo, a menudo es una abstracción, una comparsa de nuestra vida, cuando debería ser un activo vital. Nosotros también somos prójimos. Y solo en el conflicto parece que somos capaces de desentumecernos, de sacudirnos, esta visión equivocada del otro, de lo otro».

Ramón Andrés ha recibido el Premio Nacional de Ensayo 2021 por su libro «Filosofía y consuelo de la música» y el Premio Nacional de la Crítica 2020 por su poemario «Los árboles que nos quedan». Tiene publicados también ya otros tres libros de aforismos, «Los extremos», «Puntos de fuga» y «Malas raíces».»No estar al lado de ninguna ideología no significa que no tomes partido por la vida, por la justicia. En absoluto. No es la postura del que no quiere entrar en un conflicto, no. Pero veo que la sinrazón está por todos lados, en la derecha, en la izquierda, en un centro sospechoso… Así que no es muy sensato tomar partido por nada si no es por el sentido común, si no es por la responsabilidad, por las cosas bien hechas y, en última instancia, por la bondad», afirma el escritor y ensayista.

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