«Empezamos a notar que llevamos ya cinco días de huelga, el hambre física existe pero de lo que realmente tenemos hambre es de derechos sociales», señala Isabel García, una de las ocho personas que están en huelga de hambre indefinida en Bilbao en defensa de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). «Iniciar una huelga de hambre indefinida no es plato de buen gusto para nadie pero no nos han dejado otra salida. Llevamos tres meses de movilizaciones semanales en contra de los recortes sociales y la respuesta del Gobierno Vasco ha sido la inmovilidad absoluta. Nuestra huelga es una medida a la desesperada para acabar con los recortes sociales», afirma la activista.
Este mediodía una delegación de las huelguistas, entre ellas Isabel García, ha comparecido ante la Comisión de Empleo del Parlamento Vasco. «Nos han dado buenas palabras pero nada más», cuenta Isabel García. «Y les hemos recordado las tres reivindicaciones básicas por las que comenzamos esta huelga: que el incremento del 8% del Salario Mínimo Interprofesional sea trasladado a la RGI, porque así lo establece la ley, que se elimine el recorte del 7% que venimos sufriendo desde hace 5 años vía ley de presupuestos y que acaben los recortes por el incumplimiento sistemático de la ley por parte de Lanbide, que está dejando en la cuneta a miles de familias».
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