«La autoridades europeas deben redactar leyes que controlen a sus empresas y sancionen a las que no respetan los derechos humanos»

«En la época en la que se instalaron las fincas cafetaleras también dijeron que iban a llevar el progreso a Guatemala pero, al contrario, esclavizaron a muchas familias del pueblo maya q’eqchí. Mi abuelo y mi abuela nunca supieron leer ni escribir, fueron esclavos en la finca del café. Mi papá nunca aprendió a leer ni a escribir porque era un esclavo en la finca del café. Mi mamá tampoco sabe leer ni escribir. Entonces, la suerte que a mí me esperaba era ir al corte del café desde niño, pero mi papá me saca, caminando a 40 kilómetros de mi comunidad, y me lleva al caso urbano, adonde hay escuela, y me deja allí con una familia de habla española con la que aprendí a hablar el español y donde estudié toda la Primaria y la Secundaria. Y luego allí también me fui a estudiar para maestro», cuenta el maestro maya q’eqchí Bernardo Caal Xol (Cahabón, 1972), encarcelado durante más de cuatro años, hasta marzo de 2022, por defender los derechos de las comunidades afectadas por la construcción del megaproyecto hidroeléctrico Renace en el río Cahabón. Bernardo Caal Xol fue sentenciado a 7 años y 4 meses de prisión por un delito que no cometió, robo agravado y detención ilegal agravada, criminalizando su labor en defensa de la tierra, el territorio y el medioambiente.

«Sabemos que esas empresas llegaron y se instalaron ilegalmente. Algunas incluso usurparon tierras. Pero lo más importante que hemos encontrado en toda nuestra lucha es que tampoco cumplieron con las leyes internacionales, por ejemplo, el Convenio 169 de la OIT que nos da el derecho de ser informados y consultados previamente. O sea, ellos debieron haber consultado a las comunidades antes de comenzar las construcciones. Eso significa que, ahora, aunque estén terminadas las construcciones, como no cumplieron la ley internacional, están de forma ilegal y alguna autoridad en todo el mundo nos va a dar la razón y va a emitir alguna sentencia que reconozca que se tienen que ir del río Cahabón», explica Bernardo Caal Xol, que hace poco ha estado recorriendo Europa, Bruselas incluida, para explicar sus demandas. «Las autoridades europeas deben emitir y redactar leyes que controlen a las empresas europeas y que sancionen a quienes no han respetado los derechos humanos o los derechos de los pueblos originarios. No existen leyes a las que ir a quejarnos porque ¿adónde puedo ir a poner una denuncia? No hay. Entonces, el mensaje que les estamos dejando a las autoridades europeas es que hagan leyes que controlen a sus empresas», reclama el maestro maya q’eqchí, defensor de los derechos del río Cahabón y sus comunidades.