«En cuanto a los derechos humanos, el gobierno de México nos está quedando mucho a deber. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho en reiteradas ocasiones que como este gobierno no viola derechos humanos, no comete violaciones de derechos humanos, no es necesario que existan centros y comités de derechos humanos. Y también ha dicho en reiteradas ocasiones que la tortura ya no existe en México», explica Rosa Estela Rodríguez (San Luis Potosí, 1969), integrante del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el Frayba. «Y, sin embargo, en México tenemos las cárceles llenas de gente inocente, que se ha tenido que autoinculpar. Entonces, sí nos preocupa esta situación y el terreno que están ganando las violaciones de los derechos humanos», añade Rodríguez. El Frayba ha publicado hace unas semanas «Chiapas, un desastre. Entre la violencia criminal y la complicidad del Estado», informe en el que analiza la situación de los derechos humanos en el sureste mexicano.
«En México hay una descomposición social que no está siendo atendida por las autoridades competentes. No está siendo debidamente atendida y las cosas se le están saliendo de control al gobierno mexicano. Es él quien debería garantizar la seguridad y el bienestar de las personas. Sin embargo, militarizando el país no es como se llega a eso. También, la permisividad y la apertura que está dando a los grupos criminales tampoco es lo mejor para la seguridad de la gente y para que las comunidades tengan una mejor vida. No solo las comunidades indígenas. Yo creo que esto nos está afectando a todas y todos», detalla Rosa Estela Rodríguez, integrante del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
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